Reflexión Inesperada
¿Plasticidad conductual?
Humberto Maturana Romesín
Un día entre los días fuimos invitados a dictar una conferencia en una universidad extranjera. Ésta debía ser dictada en un salón importante de la Rectoría de la universidad a la seis de la tarde. Debido a circunstancias totalmente inesperadas el personal de apoyo no trabajaba ese día y nos encontramos con que el sistema de audio operaba mal y de hecho parecía inutilizable. El profesor responsable se sentía incapacitado y estaba desesperado. El auditorio estaba repleto, ¿qué hacer?. Ximena me preguntó: “¿Lo cambiamos todo? ¿Sin micrófonos ni parlantes? ¿Invitamos al público a participar y a conversar?” Y ambos dijimos de inmediato en el mejor ánimo de la poética oral: “Sí, hagámoslo, ya que sólo así todos nos veremos y nos escucharemos de verdad viéndonos y escuchándonos”. Nos paramos y caminando por delante de la mesa rectoral y sus micrófonos en ese momento inútiles, invitamos a que hicieran preguntas: “preguntas por favor, sólo así podremos saber dónde están ustedes y donde estamos nosotros.” La conversación duró más de lo planeado, y todos al final parecían encantados con lo sucedido. Reflexionamos, conversamos. Escucharon, se escucharon, y fueron escuchados.
Una planificación es el diseño y proposición de la circunstancia y de los pasos a seguir para asegurarse de que un cierto proceso sea efectivo en la generación de un resultado deseado. Sin embargo las planificaciones nunca resultan si uno se apega a ellas. Y esto es así porque el acto mismo de intentar asegurar el suceder de una planificación ocurre en un ámbito más amplio que aquel en que ésta se propone, lo que inevitablemente distorsiona las dimensiones operacionales-relacionales del presente cambiante que ella generaría en una dinámica que alteraría la dirección del hacer llevándolo a un resultado diferente del deseado. La salida está en la inteligencia, en la plasticidad conductual frente a un mundo cambiante, en la disposición a soltar la creencia de que la eficiencia y efectividad de la realización de una tarea o proceso dependen del apego a lo planeado.
La eficiencia y efectividad del hacer están en la no-planificación del planificar, esto es, en no sujetarse de lo planificado en el hacer y estando siempre dispuesto desde el amar a mirar en el amar el hacer que se hace, sin expectativas, sin exigencias y sin supuestos. Existimos en un suceder de continuo cambio en el seno del cual surgen núcleos de conservación de configuraciones dinámicas de proceso que constituyen sistemas que existen como distintas clases de entes discretos mientras se dan las condiciones en las que se conserva en cada caso el ocurrir de la configuración de procesos que define su singularidad particular. Los seres vivos como componentes del cosmos cambiante de nuestro existir somos una clase particular de estos sistemas, y los humanos somos una clase particular de seres vivos que al vivir en el lenguajear y el reflexionar pueden mirar su vivir y cambiar su devenir según sus preferencias y deseos. En estas circunstancias el arte y la ciencia del no-planificar en el planificar está en entender la naturaleza de la red sistémica-sistémica-sistémica de procesos (ver Post Scriptum) en que uno se encuentra en el vivir a la vez que en saber a dónde se quiere ir como un camino que se define momento a momento desde lo que se quiere conservar.
Los mamíferos somos animales particularmente curiosos, continuamente procuramos mirarlo, olerlo, tocarlo todo … como resultado de tener la corteza cerebral mamífera. Los seres humanos como mamíferos somos curiosos y como ellos procuramos mirarlo, olerlo, tocarlo todo … y además como seres en el lenguaje queremos reflexionarlo todo en un ámbito cultural actual de vanidad en el que queremos controlarlo todo, y al dejar que ese querer nos guíe perdemos plasticidad, se nos estrecha la inteligencia y nos apegamos a planificaciones y olvidamos el no-planificar en el planificar. ¿Será necesario controlarlo todo, o podemos confiar en la colaboración y la co-inspiración que amplía la inteligencia desde el amar? A no ser que nuestro sentir en el apego al control … nos esté indicando otra cosa.
Fue una de las tantas memorables experiencias placenteras que hemos vivido en el hacer de la Escuela Matríztica de Santiago.
Post Scriptum: Las ideas no están flotando libres por ahí en una consciencia cósmica, son siempre visiones o abstracciones del vivir hechas por una persona individual aunque muchos digan después: “era evidente”. La ampliación de la comprensión operacional y conceptual de nuestra existencia sistémica expresada por la evocación sistémico-sistémico-sistémico fue planteada por primera vez por Ximena Dávila Yáñez en un congreso de Terapia Familiar en la Universidad de Kent en Inglaterra el año 2006.