jueves, 1 de septiembre de 2016

REFORMA EDUCATIVA, HIJA DE NADIE

REFORMA EDUCATIVA, HIJA DE NADIE
          Dr. Carlos Alberto Campos Almeyda
25 de agosto de 2016


Lo que mal empieza, mal acaba reza la expresión popular. La Reforma constitucional en materia educativa promulgada por el Presidente Enrique Peña Nieto, ha sido probablemente la reforma con mayores complicaciones desde su surgimiento. No soy analista político. Soy un ciudadano y un profesional con una percepción particular sobre ciertos elementos que, en mi opinión, están fuertemente vinculados a la manera en que muchas personas, en particular muchos y muchas profesionales que laboran en el sistema educativo nacional, expresan frecuentemente sobre la Reforma Educativa.

Penosamente, una de las primeras reacciones frente al pronunciamiento y a los primeros meses de implementación de la Reforma, fue el señalamiento de que no se trataba de una reforma educativa, sino laboral. Digo que es penoso, porque por una parte, no creo que esto sea un descubrimiento resultante de ninguna genialidad intelectual, y en segundo lugar, porque se hizo evidente que no nos dimos cuenta que lo “educativo“ del sistema, abarca muchos elementos además del curricular (al no haber reforma “curricular“ al inicio, muchas personas decían que por eso no era educativa), incluyendo por supuesto el laboral.

Pero me parecen más preocupantes otros asuntos relativos a la Reforma Educativa. Muchos maestros y muchas maestras, se oponían la Reforma, al menos verbalmente, pero era fácil advertir que muchos de ellos, ni siquiera la habían leído (y aún no la leen). La oposición se basaba en lo que inferían, lo que leían a través de las redes sociales, y lo que circulaba de boca en boca.

Pienso que a muchos y muchas maestras se les olvidó que los argumentos de la Reforma relativos a la falta de calidad, a la falta de preparación profesional por parte de muchos docentes, suponía algunas premisas clave que es necesario recordar:

  • Nunca se ha dicho que todos los maestros carezcan de preparación. Paradójicamente, muchos y muchas maestras que son altamente preparados, altamente experimentados, sensibles y comprometidos, han sido los que reaccionaron dándose por aludidos innecesariamente.
  • Los propios profesionales de la educación, conocemos la realidad de muchas escuelas, no sólo respecto a sus carencias de todo tipo, sino a las actitudes de algunos maestros y maestras de rechazo y discriminación hacia alumnos, de falta de compromiso, de asunción de derechos pero no de responsabilidades. Todos hemos conocido maestros o maestras así. No podemos negarlo.
  • Muchos maestros y maestras de escuelas públicas, si tienen la oportunidad, inscriben a sus hijos en escuelas particulares. Si hubiera un reconocimiento al interior del propio sistema de calidad en escuelas y maestros, ¿por qué eligen dicha opción cuando tienen la posibilidad de hacerlo?.
Considero que el riesgo principal del fracaso de esta Reforma, es que asumamos que no es necesaria, que todos los profesionales de la educación son excelentes, o que todos son deficientes. Ninguna de las dos cosas son totalmente ciertas, pero ambas son relativamente verdaderas. Los maestros y las maestras que siempre se han esforzado por fortalecer sus competencias profesionales han enfrentado con gran dignidad y calidad los desafíos de la Reforma.
No tengo duda que la Reforma requiere profundos cambios. El problema, me parece, es que en esta coincidencia estamos muchos, pero existe un enorme vacío de propuestas. Es un mal humano y social. Sentados cómodamente en nuestros lugares, criticamos con ligereza al gobierno, a las autoridades, a los autores de las reformas, y sólo a ellos atribuimos los errores de las mismas, y la responsabilidad de su potencial fracaso. 
¿Cuándo asumiremos que ningún cambio hacia la mejora puede ocurrir sin nuestra participación, propuesta y concurrencia comprometida? 
Si para empezar no conocemos la Reforma, los documentos y planteamientos del INEE, parece difícil tener una postura fundamentada en vez de opiniones dispersas, sin sustento y sólo basadas en suspuestos, y peor aún, en rumores muchas veces surgidos en ámbitos y promovidos por personas y grupos que tienen intereses individuales o de ciertos grupos.
Estos rumores circulan, y los hacemos circular, todos los días en las redes sociales. Estos medios, que pueden ser extraordinarios recursos para contribuir a la tan necesaria paz en nuestro país, están saturados de rumores, de falsa información, y peor aún, de prejuicios, de discriminación, que se expresa mediante burlas, ofensas e insultos a determinadas personas. 

A través del facebook o el whatsapp, todos los días  hacemos circular sin fuente,sin responsables, enormes cantidades de rumores, con lo que contribuimos a la desinformación y generar inquietud. Algunas personas ahora intentan eximirse de ser considerados chismosas cuando reenvían mensajes diciendo “no sé si esto sea verdad, pero por si las dudas...“, “¿alguien sabe si esto es cierto?“, etc.

Em redes sociales, todos los días hay una gran contribución a la discriminación y a la ignorancia.Estos medios pueden ser magníficos canales para contribuir a la armonía,a luchar con paz contra tantos problemas sociales que vivimos,y tristemente,muchas veces solo se contribuye a la mentira,a la ignorancia,al terrorismo. Deberíamos ser más responsables.Se lo debemos a los niños,a las niñas y jóvenes. Quienes tienen hijos y nietos,se lo deben a ellos. ¿ O les enseñan a enviar información delicada sin asegurarse de su certeza? ¿Les enseñan que, por si las dudas, hay que mandar mensajes no comprobados, que acaban siendo desmentidos, pero que ya generaron terror?.

Ahora es fácil reenviar lo que sea, sin reflexionar,sin asegurarnos su origen y sus intenciones.Abundan los mensajes en contra del mal gobierno,de la mal planteada reforma educativa. Pero no hay protesta con propuesta. 

Muchas personas son disidentes desde la comodidad de su facebook o su whatsapp. Levantan su voz mediante un mensaje pero no serían nunca capaces de proponer, de criticar sin insultar, de organizar una oposición sustentada, y menos de ir a una marcha o a un bloqueo. 

Tal vez no hacen más que reenviar airados mensajes de supuestos apoyo a los maestros de Oaxaca o de Chiapas, pero no hacen ninguna otra cosa, probablemente porque no quieren arriesgar de seguir viviendo (muchos muy bien) del sistema educativo al que tanto critican.

Criticamos al Presidente, al Secretario de Educación,etc., y estoy convencido que hay razones para hacerles señalamientos, pero también me parece que falta una autoreflexion profunda, crítica y seria.

¿Ellos (el gobierno) no saben pero nosotros si? Si nos permitieran hacerlo nosotros, ¿Podríamos cambiar y mejorar todo? ¿Querríamos asumir esas responsabilidades con todo lo que eso implica? ¿o es fácil criticar, señalar y hasta insultar sin tener propuestas alternas,sin hacer lo que cada uno podríamos y deberíamos hacer desde nuestro trabajo,nuestra calle,nuestra colonia.

Urge congruencia.Urge pensamiento complejo en vez de tanto reduccionismo,de tanto simplismo.Urge que cada uno asumamos que cualquier mensaje o postura es solo personal,no de todos.Que ninguna postura politica, pedagógica,religiosa,etc. es la verdad. 

Opinar libremente es un derecho. Pero estamos obligados a hacerlo sin interpelar para sumarse a causas como si todos pensáramos lo mismo. Recientemente, algunos maestros han reenviado mensajes sobre esa lamentable y retrógrada iniciativa de cierto grupo de padres de familia, en contra de que en las escuelas se trabaje con base en documentos relativos a la educación sexual. ¿Quienes reenvían esos mensajes ya conocen esos documentos? ¿Piensan que no es una necesidad trabajar algo relacionado con la naturaleza humana? ¿No creen que mientras mejor y más pronto los y las estudiantes conozcan de estos temas les estamos asegurando mayor salud física, mental y psicológica? ¿ Si se evita que conozcan estos temas disminuiremos los graves problemas de convivencia personal y de pareja relacionados con la sexualidad personal? ¿disminuirán los embarazos de adolescentes por no conocer o carecer de conciencia sobre la importancia de prevenirlos? ¿Evitaremos las enfermedades de transmisión sexual? ¿Lograremos que las nuevas generaciones armonicen internamente su vida sexual, con responsabilidad y en el momento que para cada quien sea el correcto, y dejen de tener miedos, complejos e ignorancia sobre dicho tema?.

Cuando vemos circular estos reenvíos de mensajes, y otros muchos sin responsabilidad, sin conocer sus fuentes, sin asegurar sus razones, sin conocer las intenciones de quienes los mandan, me parece que nos damos cuenta cuánto necesitamos avanzar, transformarnos como sociedad.

Más allá de lo que la Reforma Educativa plantee...¿no necesitamos transformarnos? ¿no tenemos aún prejuicios y desinformación con lo que contribuimos a la discriminación en las escuelas? ¿ Nuestra formación profesional está terminada? ¿La formación que tuvimos en otro momento histórico aun responde al mundo y a la población estudiantil actual?.

Las transformaciones no ocurrirán sólo observando los aciertos y errores de los gobernantes. Necesitamos ampliar nuestra visión para reconocer que no hay una sola manera de entender una misma problemática, que conocer las diversas perspectivas y posturas puede ayudarnos a conocer distintas salidas y posibilidades. Necesitamos practicar la tolerancia y el respeto, diferir sin descalificar, criticar sin insultar, leer para opinar, aportar para criticar.

La Reforma Educativa es hija de nadie. Como lo serán muchas otras reformas. Porque nadie la adopta debido a falsos supuestos, a falta de información, debido a que nos ofendemos por criticas que se hacen a muchos malos maestros, y ya no vemos que también, todos los días, circulan historias de extraordinarios maestros. ¿Por qué no contribuimos a circular estas historias? ¿Por qué no compartimos experiencias exitosas, donde el esfuerzo y la pasión por la profesión quede de manifiesto? ¿Y por qué no reconocemos que también hay maestros y maestras, hoy siguen siendo claramente negativos para la educación en México, y se abrigan en los errores de la reforma educativa?.

Los buenos maestros y buenas maestras deben desmarcarse de aquellos. Que no parezca que defienden un sistema como si todos fueran buenos maestros. Estoy convencido que los y las profesionales de calidad son mayoría. Es necesario que se noten. Es necesario que hablen por ellos y no por los demás. Que no defiendan lo que ellos mismos saben que realmente ocurre. Que desmarcarse permita que quienes han dañado el prestigio de muchas escuelas, cambien o se vayan. 

La Reforma, la actual o cualquiera, debe ser reconocida como una necesidad para combatir las grandes inercias de nuestro sistema educativo. Participar es indispensable. Hagámoslo. Sin mayores pretensiones que fijar posturas, que hablar de lo poco o mucho que conocemos de educación, evitar el desencanto y la desconfianza de que tal vez no seamos escuchados o tomados en cuenta. 

La educación, la de todos los días que cada niño, niña o joven recibe cuando va a la escuela, requiere mejorar, no discutamos esa urgencia. Hagamos cada quien lo que está en nuestras posibilidades, y abandonemos las cómodas posiciones de crítica a los demás. Veamos lo que cada uno podemos hacer, no sólo lo que deberían hacer otros. Y actuemos.


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